¿Qué aporta a tu cocina?

Aquí tienes algunos de los beneficios más relevantes:

· Optimización del espacio: Un desayunador puede servir como mesa informal, superficie extra de apoyo, o barra de trabajo. En cocinas pequeñas, ayuda a ganar funcionalidad sin recargar el ambiente.

· Zona de encuentro informal: No se trata solo de desayunar, sino que puede convertirse en un punto para conversar mientras se cocina, que un niño haga los deberes, o se disfrute un café.

· Estética contemporánea: Con el diseño adecuado, el desayunador aporta carácter. Por ejemplo, prolongar la encimera, usar materiales diferenciados, o apoyarlo con iluminación puntual.

· Flexibilidad en cocinas abiertas: En viviendas con cocina‑salón integradas, el desayunador actúa como nexo físico y visual, ayudando a dividir sin cerrar espacios.

Ubicación y tamaño

El sitio ideal depende del tamaño y forma de tu cocina:

· En cocinas amplias, una isla con encimera extendida puede albergar la zona de desayuno.

· En espacios más pequeños, una península o barra adosada a la pared funciona mejor.

· Si apenas tienes espacio libre, incluso un mueble desayunador tipo “hornacina” puede ser la solución.

Materiales y acabados

Piensa en acabados que integren bien con la cocina, pero aporten su propio carácter:

· Mármol, piedra sinterizada o superficie tipo compacto para la barra.

· Madera clara o tonos neutros para el frente, taburetes cómodos que inviten a sentarse.

· Iluminación puntual (led bajo encimera, lámparas colgantes) para crear ambiente.

Antes de empezar a planificar una reforma, es importante conocer qué función cumple cada uno de estos elementos:

• Terraza: Es un espacio abierto, normalmente elevado, que puede estar adosado a la vivienda o ser independiente. Puede ser cubierta o descubierta, y es perfecta para instalar mobiliario de exterior, jardineras o incluso una zona de barbacoa.

• Porche: Es una extensión techada de la casa, situada generalmente en la entrada o en la parte trasera. Ofrece protección contra el sol y la lluvia, convirtiéndose en un lugar perfecto para disfrutar al aire libre durante todo el año.

• Pérgola: Se trata de una estructura, normalmente de madera o metal, que puede estar adosada a una pared o ser independiente. Aporta sombra y estilo, y suele combinarse con toldos, lonas o plantas trepadoras.

Beneficios de reformar tu espacio exterior

Invertir en una reforma exterior bien diseñada puede aportarte múltiples beneficios:

– Ampliación del espacio útil de la vivienda

– Revalorización del inmueble

– Mayor confort y calidad de vida

– Aprovechamiento de la luz natural

– Un entorno perfecto para el ocio o el teletrabajo

El gresite es uno de los acabados más populares para piscinas de hormigón. Son pequeños azulejos de vidrio que no solo aportan belleza, sino que también influyen considerablemente en el color del agua.

El gresite puede variar en colores, pero los tonos más comunes son azules, turquesas y verdes. Esto se debe a que los azulejos de gresite reflejan la luz de manera que hacen que el agua se vea más clara, casi cristalina.

Cuando el sol incide sobre el agua, el color se intensifica y puede parecer un azul vibrante, especialmente en las zonas más profundas.

El acabado en piedra natural como mármol, caliza o pizarra ofrece un estilo rústico y sofisticado que se mezcla perfectamente con el entorno natural.

La piedra natural, al ser un material poroso y de colores más cálidos, puede darle al agua un tono verde o incluso oliva, especialmente cuando la piscina se encuentra rodeada de vegetación.

La textura de la piedra absorbe y refleja la luz de forma que el agua de la piscina se ve menos vibrante, con un color más cálido y relajante, ideal para ambientes de estilo mediterráneo o natural.

1. No planificar bien el presupuesto

Uno de los errores más habituales es no tener un presupuesto claro y realista desde el principio. Muchas veces se empieza con una idea aproximada del gasto, pero sin tener en cuenta posibles imprevistos o decisiones que encarecen el proyecto.

¿Cómo evitarlo?
Haz una planificación detallada del presupuesto con tu empresa de reformas. Asegúrate de incluir un margen para imprevistos (recomendamos entre un 10% y un 15%) y no tomes decisiones de última hora sin evaluar su impacto económico.

2. Elegir materiales solo por el precio

Todos queremos ahorrar, pero optar por materiales muy baratos puede salir caro a medio plazo. A menudo, lo barato sale caro: menor durabilidad, más mantenimiento o necesidad de reemplazo en poco tiempo.

¿Cómo evitarlo?
Busca un equilibrio entre calidad y precio. Escucha las recomendaciones del profesional y ten en cuenta que, en zonas como baños o cocinas, invertir en buenos materiales puede marcar la diferencia.

3. No contar con profesionales cualificados

Encargar una reforma a personas sin experiencia o sin licencia puede traer problemas graves: trabajos mal hechos, falta de garantías, incumplimiento de plazos o incluso sanciones legales.

¿Cómo evitarlo?
Asegúrate de contratar una empresa con referencias, experiencia y todos los permisos en regla. Una empresa seria te ofrecerá asesoramiento, contratos claros y garantías por escrito.

4. No solicitar licencias o permisos

Muchos propietarios desconocen que ciertas reformas requieren licencias municipales o autorizaciones de la comunidad. Saltarse este paso puede provocar sanciones o la paralización de la obra.

¿Cómo evitarlo?
Consulta con tu ayuntamiento o deja este trámite en manos de la empresa de reformas. Nosotros, por ejemplo, nos encargamos de gestionar todos los permisos necesarios para que no tengas que preocuparte de nada.

5. Hacer cambios sobre la marcha sin valorar el impacto

Es normal que, durante la obra, surjan nuevas ideas. Pero cambiar constantemente el proyecto puede generar confusión, retrasos y aumentar el coste total.

¿Cómo evitarlo?
Dedica tiempo a la fase de diseño y planificación. Una vez iniciada la reforma, trata de mantenerte fiel al plan salvo que sea estrictamente necesario cambiar algo.

1. Tu hogar ya no refleja tu estilo de vida

Quizás cuando te mudaste a tu vivienda actual, tus necesidades eran otras: vivías solo/a, no tenías hijos o trabajabas fuera. Pero con el paso del tiempo, tu rutina ha cambiado… y tu casa no se ha adaptado. Reformar te permite crear un espacio que encaje contigo hoy: más funcional, más cómodo y alineado con tus prioridades actuales.

2. Tienes problemas de distribución, luz o almacenaje

¿Sientes que el espacio no se aprovecha? ¿Hay zonas desaprovechadas, rincones oscuros o muebles que estorban? Muchas veces, una redistribución bien pensada o una reforma ligera puede multiplicar la sensación de amplitud, mejorar la iluminación natural y optimizar cada metro cuadrado.

3. El paso del tiempo ha dejado huella

Humedades, grietas, suelos desgastados, azulejos pasados de moda… Aunque los detalles parecen pequeños, influyen directamente en tu calidad de vida. Una reforma puede modernizar tu vivienda, solucionar problemas estructurales y aumentar su valor a largo plazo.

4. Tu vivienda no es eficiente energéticamente

Si las facturas de luz o calefacción se disparan y aún así no consigues una temperatura agradable, puede que tu hogar necesite una actualización en aislamiento, ventanas o instalaciones. Una reforma enfocada en eficiencia energética no solo mejora el confort, también supone un ahorro económico real mes a mes.

5. Estás pensando en vender o alquilar

Invertir en una reforma antes de poner una vivienda en el mercado puede marcar la diferencia. Un espacio renovado, funcional y atractivo tiene más valor, se vende o alquila más rápido y a mejor precio.

Un proyecto integral de paisajismo no se limita a plantar flores o poner césped en el jardín. Este tipo de proyectos considera el diseño completo del entorno exterior, desde la elección de plantas hasta la ubicación de elementos arquitectónicos, como caminos, muros, pérgolas, y, por supuesto, la piscina. El objetivo principal es que cada elemento del paisaje se integre armoniosamente, creando una atmósfera relajante y estética que complemente tu estilo de vida.